La rubia calienta su cuerpo atlético, y en este momento su entrenador la vio. Le frotó las tetas grandes, le lamió el clítoris, le metió su gran falo y ella lo besuqueó con la boca.
Conseguir que las chicas tengan sexo es el pasatiempo favorito de los policías. Les entra el pánico y lo primero que se les ocurre es hacerle una mamada a un agente de la ley. Ni siquiera se les ocurre que puedan ser engañados. Pero en esta situación, creen que tienen todo el derecho a dejarse follar por un hombre de uniforme. Muchas de ellas sueñan con ello cuando se acarician en la cama. Así que la mujer negra se quedó con la plena confianza de haber salvado a su caprichoso novio de los problemas con la ley.
Vídeos relacionados
Quiero su spot....